En Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM) presentó el boletín Perspectivas en el que considera que el año 2024 inicia con augurios desfavorables para Centroamérica debido a los últimos eventos que movieron a nivel político a los países de la región.
De acuerdo con el análisis, Nicaragua ha radicalizado su autoritarismo para garantizar la permanencia en el poder del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y su sucesión dinástica. Este objetivo ha conllevado un proceso de institucionalización del estado policial de facto que se impuso desde 2018.
“Esa “institucionalización” tiene como pilares la creación de un marco jurídico que legaliza la vigilancia, el control y la represión sobre toda la sociedad y sobre grupos de personas específicas; la reestructuración de instituciones clave como la policía, el poder judicial, el servicio exterior y las alcaldías; y la radicalización de los repertorios de represión con violaciones de derechos humanos que constituyen una excepcionalidad como es el caso de los destierros, desnacionalizaciones, retenciones migratorias y negativas de ingreso al país, entre otras”, explica CETCAM.
El centro subrayó que el año 2023 fue uno de los peores años de persecución a la libertad religiosa, lo que incluyó el secuestro, encarcelamiento, destierro y expulsión de más de 200 sacerdotes, religiosos y religiosas. “Los ataques contra la iglesia incluyen acoso y ocupación de templos, vigilancia, acoso y amenazas, así como confiscación de bienes. Además, ha prohibido la realización de actividades religiosas públicas. Más recientemente, el régimen también ha apresado a pastores y personas pertenecientes a iglesias evangélicas”, detalla.
¿Cómo entran al 2024 Guatemala, El Salvador y Costa Rica?
El análisis de CETCAM señala que, en el caso de Guatemala, después de siete meses de constantes y graves obstáculos, finalmente Bernardo Arévalo y Karin Herrera tomaron posesión de sus cargos como presidente y vicepresidente del país.
“En su discurso, Arévalo ha insistido en el inicio de una “primavera” para la democracia en Guatemala, generando grandes esperanzas y expectativas dentro de la población cansada de los altos niveles de corrupción, el autoritarismo, la violencia e inseguridad del país; sin embargo, es claro que el camino no está despejado y Arévalo se enfrenta a grandes retos que pasan desde llevar adelante su programa de gobierno hasta mantener los niveles de apoyo de la población”, comenta el informe.
El inicio del 2024 en El Salvador se destaca por la carrera de Nayib Bukele por conseguir su segundo periodo en la presidencia, luego de lograr su objetivo de entrar en la competencia aun en contra de lo establecido en la Constitución.
Puede interesarle: Los nuevos autoritarismos en Centroamérica limitan el derecho de asociación
“Los favorables resultados de la política en materia de disminución de homicidios y violencia en los lugares anteriormente controlados por las pandillas le han granjeado el respaldo de un importante sector de la población; mientras para otro, ha significado graves violaciones de sus derechos humanos con las detenciones y juicios masivos de miles de personas. A medida que se acerca a su objetivo de permanecer en el poder, Bukele revela su verdadera faceta autoritaria”, recalca.
Por su parte Costa Rica, cerró el 2023 con una grave crisis de seguridad cuando alcanzó la tasa de homicidios más alta de toda su historia a causa de la violencia criminal vinculada con el narcotráfico.
“Este escenario nuevo para el país ha extendido la preocupación a las autoridades y a la población, especialmente en zonas como la región del Caribe, por los niveles de violencia y las nuevas formas de operación de estos grupos criminales. A esto se suma un ciclo de movilización social a causa de los recortes en sectores claves como la educación y fenómenos sociales nuevos como el tránsito de miles de personas migrantes provenientes de Sudamérica y otras regiones del mundo en su recorrido hacia Estados Unidos”, menciona el informe. Para CETCAM los acontecimientos que removieron el escenario político de la región y las condiciones sociopolíticas con las que inicia 2024, resultan desfavorables para la población y su ahnelo de una mejor calidad de vida.